La Psicología Positiva ha evidenciado, a través de diversas investigaciones, que ayudar a otras personas de forma desinteresada, es decir, dar sin esperar recibir nada a cambio, es un camino hacia un mayor bienestar.
Adam Grant, psicólogo organizacional de la Universidad de Pennsylvania, realizo un estudio que reflejo en su libro “Dar y recibir: un enfoque revolucionario sobre el éxito”.
Los tres estilos de reciprocidad en las relaciones
Grant llega a la conclusión de que hay tres estilos de reciprocidad en las relaciones:
- Donantes (Givers)
- Receptores (Takers)
- Equilibradores (Matchers)
Si bien, por su especialidad, Grant lo aplica al mundo organizacional, sus conclusiones pueden hacerse extensivas, perfectamente, al ámbito de nuestras relaciones interpersonales y afectivas.
Y siendo este mundo relacional él que nos provoca mayores cotas de bienestar y de infelicidad, es necesario que sepamos que ocurre en cada uno de los tres estilos y que seamos capaces de reconocer como nos situamos nosotros y las personas con las que interrelacionamos a lo largo de este espectro.
Deberemos también tener en cuenta que el contexto donde nos encontramos puede influir en nuestro posicionamiento.
En el ámbito laboral podemos estar en un extremo y, quizá, con nuestra pareja o nuestros hijos nos situemos en el otro.
Los donantes
Los donantes están en uno de los extremos de este espectro de reciprocidad.
Están enfocados en los demás, y según se tengan más o menos en cuenta a sí mismos, los resultados serán unos o serán otros.
Si se dan poca importancia a ellos mismos, seguramente no tendrán en cuenta los costes que éste darse les genera, por lo que este exceso de generosidad no va a implicar un aumento de su bienestar (seguramente ocurrirá lo contrario).
Este bienestar vendrá dado cuando uno se tiene en cuenta a sí mismo y hace una valoración de los costes que representa la generosidad y puede gestionarlos de alguna manera.
Los receptores
Los receptores se sitúan en el otro extremo del espectro y se centran, habitualmente, en sí mismos, anteponiendo sus intereses a los de los demás.
Evalúan lo que el otro puede ofrecerles y toman más de lo que dan para maximizar su beneficio.
En algunos casos puede que ofrezcan apoyo, pero siempre que este sea visible o prometa otros beneficios futuros a cambio.
Su comportamiento puede influir negativamente en el bienestar de aquellos con quien interactúan.
Los equilibradores
Entre estos dos estilos de reciprocidad están los equilibradores.
Operan desde el principio de la equidad o, algunas veces, desde el principio del intercambio de favores.
Es decir, cuando un equilibrador ayuda a otra persona, espera reciprocidad y se esfuerza por preservar el equilibrio.
Tampoco le resulta cómodo sentirse en deuda, por lo que también en ese caso intentara restablecer el equilibrio.
Tiende a coincidir con el estilo de la persona con la que se relaciona.
Si actúa con un tomador actuará también como tal y si alguien le brinda apoyo o ayuda igualará el gesto, domo decíamos, devolviendo el favor.
¿Quieres reflexionar sobre tus relaciones?
Te invitamos a que cojas papel y lápiz y pienses en el círculo de personas que están en tu vida…
Este círculo lo puedes hacer tan amplio como quieras… Incluir las relaciones afectivas más cercanas, amigos, compañeros de trabajo…
Y puedes intentar responder a estas preguntas:
- ¿Puedes identificar quién se comporta como donante, receptor o equilibrador?
- ¿Puedes tomar conciencia de donde te instalas emocionalmente cuando estás con cada uno de ellos?
- ¿Cuánto tiempo y energía les dedicas a cada uno?
Conclusión
Tomar conciencia de estos estilos de reciprocidad puede ayudarte a actuar más asertivamente y a establecer límites.
También te será útil para entender esas emociones que aparecen a veces cuando estas con alguien y no sabes a que atribuirlo.
Es posible que identifiques relaciones que te alejan de ese bienestar que deseas, pero, aun así, no seas capaz de establecer esos límites.
En Conigriega somos expertos en relaciones y, a través de nuestro método Psico Conciencia Transformacional, podemos acompañarte para que te conviertas en esa persona capaz de actuar asertivamente.
¡¡Hasta muy pronto!!