¿Alguna vez te has preguntado si realmente existe el amor perfecto o las almas afines? ¿Eres de los que piensan que hay alguien que encaje perfectamente contigo y que cuando le encuentres vuestro amor será perfecto y para siempre?
A menudo, las personas buscan el amor sin comprender completamente lo que están buscando. Hay personas que creen que existe la posibilidad de que haya alguien esperando ahí fuera y que será una relación que os mantendrá enamorados para siempre.
Las «almas gemelas», «llamas gemelas» o «almas afines» son conceptos fascinantes que han capturado la imaginación de muchas personas a lo largo de la historia. Sin embargo, como coach motivacional y de relaciones, mi enfoque es ayudarte a ver más allá de la fábula romántica y a comprender el verdadero significado detrás de estos conceptos.
En este artículo, hablaremos sobre las almas gemelas, lo que dicen los expertos y cómo podemos reconocer el amor verdadero.
Antes de nada, por si es la primera vez que vienes a este blog, me gustaría presentarnos. Esta es la Agencia ConiGriega, estamos especializados en relaciones afectivas, poniendo el acento a las relaciones de pareja. Estamos convencidos de que las relaciones se construyen y para eso, debemos dejar atrás viejos paradigmas y mirar al futuro de las relaciones de pareja.
Pero volvamos al tema que nos trae hoy aquí, las almas o llamas gemelas.
¿Qué son las Almas Gemelas?
El concepto de alma gemela proviene de la antigua Grecia y fue mencionado por Platón en su obra «Simposio» o “El banquete” en la traducción española. Platón, en esta obra presenta un discurso sobre el amor pronunciado por Aristófanes. Aristófanes cuenta una historia mítica sobre el origen de las almas humanas y su búsqueda de la completitud a través del amor.
“—Por tanto, también este y cualquier otro que sienta deseo, desea lo que no tiene a su disposición y no está presente, lo que no posee, lo que él no es y de lo que está falto. ¿No son estas cosas, más o menos, las cosas de las que hay deseo y amor?”
Sócrates, “La respuesta de Sócrates»
Según Aristófanes, originalmente los seres humanos tenían una forma esférica y estaban unidos por una esencia que los completaba. Estas esferas se movían en pares, con cada mitad buscando su otra mitad para sentirse completas nuevamente.
Sin embargo, Zeus, temiendo el poder de los humanos unidos, los dividió en dos con un rayo, condenándolos a buscar desesperadamente su otra mitad para toda la eternidad.
Esta historia mitológica transmitida por Aristófanes en «El Banquete» sugiere que el amor es la búsqueda de la reunión con nuestra otra mitad, nuestra alma gemela, para recuperar nuestra integridad perdida. La obra de Platón destaca la idea del amor como una fuerza poderosa que impulsa a las personas a buscar la completitud y la conexión con los demás. Según esta antigua leyenda, todos estamos destinados a encontrar nuestra otra mitad, nuestra alma gemela. Pero, ¿qué hay de cierto en esto?
La verdad sobre las Almas Gemelas
Primero, es importante reconocer que las historias de almas gemelas suelen centrarse en la idea de que hay una persona especial que encaja perfectamente contigo, como si fuera una mitad perdida que finalmente se encuentra. Esto puede ser reconfortante y romántico, pero también puede ser problemático. ¿Por qué? Porque implica que nuestra completitud como individuos depende de otra persona, lo cual es una carga injusta tanto para nosotros como para nuestros compañeros potenciales.
“El amor es invisible y entra y sale por donde quiere sin que nadie le pida cuenta de sus hechos.”
Miguel de Cervantes
Aunque el mito de las almas gemelas ha tenido un gran impacto en nuestra sociedad, la realidad es que nadie puede completarnos excepto nosotros mismos. Lo que sentimos cuando nos enamoramos puede ser una combinación de intimidad y pasión, pero el compromiso es fundamental para una relación sólida y duradera. Va siendo hora de coger las riendas de nuestra felicidad y de nuestro amor y no esperar que nadie venga a rescatarnos. Es una idea un tanto infantil el pensar que de manera mágica, alguien vendrá a darnos todo aquello que necesitamos.
No tratamos de decir que no esté bien tener una relación y que esta relación sume, lo cierto es que es algo maravilloso, pero también hay que comprender que las relaciones se construyen.
En lugar de buscar a alguien que nos «complete», debemos enfocarnos en nuestro propio crecimiento personal y en convertirnos en personas completas y realizadas por nosotros mismos. Esto no significa que no podamos tener relaciones profundas y significativas, pero sí implica que debemos buscar compañeros que nos complementen en lugar de que nos «completen».
Algunos expertos en relaciones, como Esther Perel y Brene Brown, han hablado sobre la importancia de cultivar la autoaceptación y la autoestima para construir relaciones saludables y satisfactorias. En lugar de buscar a alguien que nos «complete», debemos buscar a alguien que nos desafíe, nos apoye y nos ayude a crecer como individuos.
Además, es importante reconocer que el amor no se limita a las relaciones románticas. El amor puede manifestarse en muchas formas diferentes, incluyendo el amor por amigos, familiares, mascotas e incluso por uno mismo. Cultivar el amor en todas sus formas nos ayuda a elevar nuestro nivel de conciencia y a vivir vidas más plenas y significativas.
Debemos buscar compañeros que nos complementen en lugar de que nos «completen».
Los tres componentes del Amor
Según el psicólogo Robert Sternberg, el amor se compone de tres elementos: intimidad, pasión y compromiso. Estos elementos forman la base de la Teoría Triangular del Amor y son esenciales para una relación completa.
- Intimidad: La intimidad se basa en el vínculo emocional y la conexión profunda con tu pareja. Implica compartir tus pensamientos, sentimientos y sueños más íntimos.
- Pasión: La pasión es el fuego que enciende la chispa del amor. Es el deseo ardiente y la atracción física que sientes hacia tu pareja.
- Compromiso: El compromiso es la decisión de amar y mantener esa relación a pesar de los desafíos que puedan surgir. Es el lazo que une a dos personas en los buenos y en los malos momentos.
Al entender estos tres componentes del amor, podemos trabajar en equilibrar nuestra relación y cultivar un amor más sólido y duradero. Las almas gemelas pueden ser una ilusión, pero el amor verdadero está al alcance de todos aquellos que estén dispuestos a comprometerse y crecer juntos.
Recuerda que el amor siempre comienza en uno mismo.
Vuelvo a plantearte, ¿existen realmente las almas gemelas? El ser humano siempre busca que ocurran las cosas de manera mágica, sin ningún esfuerzo por su parte. Y aunque en parte estamos de acuerdo con que la magia existe, para que puedas conectar de manera especial con alguien, tú debes en primer lugar de cambiarte a ti mismo. Para atraer un amor verdadero, en primer lugar debes ser tú el que se encuentre en una vibración amorosa o en un nivel de conciencia de amor. Ahí es donde ocurre la magia. Nunca podemos obtener aquello de lo que carecemos.
Aunque llegara una persona muy afín a ti, es importante hacer un trabajo previo en pareja para construir una relación sólida.
Igual que no esperarías que un edificio se construya sin ninguna planificación y sin unos cimientos, no puedes esperar que las relaciones se construyan de la nada, sin esfuerzo, sin compromiso y sin mucha dosis de amor.
La idea de las almas gemelas puede ser útil como un arquetipo que nos ayuda a explorar nuestras propias carencias y a buscar la completitud dentro de nosotros mismos. En lugar de buscar a alguien que nos «complete», debemos buscar relaciones que nos desafíen, nos apoyen y nos ayuden a crecer como individuos. Cultivar el amor en todas sus formas nos ayuda a elevar nuestro nivel de conciencia y a vivir vidas más plenas y significativas.
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¡Juntos podemos construir un futuro de amor y conexiones auténticas!
Recuerda, el amor está en ti.
